Trasplantar es una actividad a la que cualquier persona con una planta se tendrá que enfrentar alguna vez, ya sea porque acabas de comprar la planta, te han regalado una en una maceta poco adecuada, quieres pasarla a un macetero más lindo o la maceta actual le ha quedado chica.
En la naturaleza una semilla nacerá, crecerá y se desarrollará siempre en el mismo lugar, así que esto de trasplantar someterá a tu plantita a una situación de estrés, ya que tendrá que desarrollar recursos para adaptarse a su nuevo hogar. Además, si este proceso se realiza con poco cuidado, se pueden maltratar las raíces. De hecho, si has trasplantado anteriormente, habrás notado que muchas veces tu planta se pone un poco triste o decaída. No es fácil para ellas este proceso.
Por lo general, la temporada ideal para trasplantar suele ser al final del invierno y principio de la primavera, dado que en esta época tus plantas han puesto fin a su descanso vegetativo y podrán recuperarse en primavera. Sin embargo, hay otras personas que consideran que el otoño es la época perfecta, ya que las ayuda a estar fuertes y nutridas de cara a los meses de frío, sin olvidar realizar esta tarea cuando las temperaturas todavía no han empezado a descender bruscamente.
Lo que sí es un consenso general es que no debería hacerse un trasplante en verano, debido a que las altas temperaturas secan demasiado el sustrato, lo que podría afectar las raíces de tu planta.
Si vas a pasar una planta de una maceta a la tierra, procura hacerlo en días que estén nublados, prestando mucha atención al riego las semanas siguientes. Si el trasplante implica sacar una planta del suelo y ponerla en una maceta, debes hacerlo en invierno, cuando está en reposo. Esto garantizará que el proceso sea exitoso.
Si lo que deseas es mover las plantas de interior que están en un macetero a uno más grande, puede hacerlo cuando lo desees. Como las condiciones al interior de tu casa son más o menos estables, tus plantas no estarán sometida a un estrés demasiado fuerte. Eso sí, se recomienda jamás exponer las raíces, ya que el maltrato de raíces suele ser lo que genera más estrés en este tipo de trasplantes.
Una vez hagas el trasplante usando la maceta adecuada, debes colocarla en un lugar con semisombra; esto porque debes darle tiempo para que se adapte a su nuevo hogar. Cuida el riego y evita abonarla, es mejor esperar algunos meses a que ella retome su ciclo natural.
Los trasplantes son necesarios para darle espacio a tu planta para que crezca más y mejor. ¡Encuentra la maceta adecuada y manos a la obra!